Elegir un seguro para tu auto no tiene por qué ser un dolor de cabeza. La clave está en mirar lo que te protege en la vida real: cómo te atienden, dónde reparan, qué tan rápido resuelven y qué extras marcan la diferencia. Esta guía te ayuda a comparar con criterio y a reconocer cuándo una propuesta está realmente a la altura.
1) Coberturas que sí te sirven en el día a día
- Todo riesgo con alcance claro: daños por choque, robo parcial y total, fenómenos de la naturaleza, conmoción civil y tránsito por vías no entregadas oficialmente. Si algo puede pasarte, debería estar contemplado.
- Responsabilidad civil y gastos médicos que operan en exceso de lo público: en un accidente serio, contar con límites adicionales evita que lo “mínimo obligatorio” se quede corto.
- Accesorios protegidos y reposición automática del valor asegurado: herramientas, llanta de emergencia y piezas pequeñas importan. La reposición automática tras una pérdida parcial evita que tu póliza “se encoja” sin que te des cuenta.
- Airbags cubiertos al 100% cuando se activan por un evento amparado: parecería obvio, pero no siempre lo es; confirma que esté explícito.
2) Deducibles: no mires solo el porcentaje
El deducible es la parte del siniestro que asumes tú. Dos puntos clave:
- Porcentaje + mínimo: además del %, revisa el mínimo (cambia por tipo de taller). En daños moderados, el mínimo es el que manda.
- Dónde reparas importa: en talleres de concesionario suelen aplicarse mínimos preferenciales, lo que reduce tu gasto de bolsillo y te acerca a una reparación con estándares de fábrica.
3) Taller y piezas: el corazón de tu experiencia (y del valor de tu auto)
- Retorno al concesionario sin importar la antigüedad del vehículo: mantener la reparación en un taller autorizado como Maresa Center garantiza procedimientos, herramientas, pintura y piezas aprobadas. Eso cuida tu seguridad y tu valor de reventa.
- Designación de taller de mutuo acuerdo: evita fricciones y asegura calidae.
- Piezas genuinas y procesos certificados: menos “ajustes” a futuro, mejor acabado y más respaldo.
4) Velocidad y acompañamiento cuando más lo necesitas
- Asistencia 24/7 en sitio y telefónica: grúa, apoyo en carretera y orientación inmediata.
- Plazos claros: inspección rápida, tiempos definidos para indemnización en pérdidas parciales y totales, y avisos de siniestro con reglas transparentes (para que no se vuelva una novela).
- Acompañamiento legal y amparo patrimonial: tranquilidad extra si hay procesos con terceros.
- “Auto por Auto” sin costo para asegurado y tercero afectado (según condiciones): menos tiempo sin movilidad, mejor experiencia para todos.
5) Viajes: cobertura fuera del país
Si sueles manejar fuera de Ecuador, revisa la extensión territorial (por ejemplo, países del Pacto Andino) y qué incluye la responsabilidad civil. Valida rutas y condiciones antes de salir; las exclusiones importan.
Checklist antes de firmar tu póliza
- ¿Incluye todo riesgo y fenómenos de la naturaleza?
- ¿La responsabilidad civil y los gastos médicos operan en exceso de lo público?
- ¿Tendrás retorno al concesionario sin restricciones por año del vehículo?
- ¿Cómo se calculan los deducibles (porcentaje y mínimo por taller)?
- ¿Accesorios, airbags y reposición automática del valor asegurado están claros?
- ¿Existen plazos definidos para inspección, aviso e indemnización?
- ¿Hay asistencia 24/7, vehículo de reemplazo y apoyo legal?
Con Maresa puedes adquirir el seguro para tu vehículo más completo.
Agenda tu asesoría y cotiza en minutos para salir con una póliza que funciona en la vida real.